De Pekín a Xian: entre tradición, cambio y modernidad en China

 

Pensar en un viaje a China puede ser intimidante debido a la distancia, el idioma y el sinfín de posibilidades en un país de más de 9 millones de kilómetros cuadrados. Pero una vez que decida la región que quiere visitar, una planeación cuidadosa lo hará todo más fácil.

Nuestro recorrido por el occidente del país empezó en Pekín, la capital y sede del gobierno central. Con más de 20 millones de habitantes, la ciudad es una mezcla de tradición y modernidad, con centros comerciales masivos y calles residenciales tan familiares, que bien podrían formar parte de Bogotá. 

Una bruma permanente, resultado de la combinación de las altas temperaturas de verano y la contaminación, no fue impedimento para disfrutar los muchos lugares simbólicos como la Plaza de Tiananmén, el Museo Nacional de China y la Ciudad Prohibida, en el anillo central metropolitano, a donde se puede llegar usando el eficaz servicio del metro de la ciudad o en Didi, la versión china de Uber. Las multitudes que hay en estos puntos en el mes de julio pueden ser el primer indicio de que sería mejor organizar su visita cuando los locales no estén en vacaciones, aunque hay que reconocer que los chinos son expertos en manejar grandes cantidades de turistas, y las filas para comprar las entradas a las diferentes atracciones avanzan relativamente rápido.

Ingresar a la Ciudad Prohibida es como volver en el tiempo. Tras cruzar el primer portal, los visitantes llegan a la primera plaza de un masivo complejo de más de 900 edificaciones antiguas que fueron la sede de dos dinastías. Para no quedar abrumado y aprender sobre la fascinante historia de la China imperial es recomendable contratar un guía o alquilar algunas de las audioguías cerca a la taquilla. Algunos edificios tienen muebles antiguos que se pueden ver desde la ventana, pero otros están cerrados al público o han sido reutilizados para funciones administrativas. La visita se puede concluir en el Parque Jingshan al costado norte, donde una torre sobre una colina le permitirá disfrutar una vista espectacular de la Ciudad Prohibida y de Pekín.

Uno de los principales atractivos de Pekín es la Gran muralla china

Una parada obligada durante la visita a Pekín, o a China, es a la Gran Muralla. Una de las mejores opciones para verla y evitar las hordas de turistas es seleccionar una sección lejos del centro de Pekín, como Mutianyu. Claro, se requiere tomar un bus público que bien puede demorarse más de una hora, o puede contratar un carro privado para parte o todo el trayecto. 

¿Cómo puede hacerse esto sin hablar mandarín? Google Translate al rescate. De hecho, hay varias aplicaciones de traducción tanto para el sistema móvil iOS como para Android que pueden ayudarlo a superar la barrera del idioma. Ojo, tenga en cuenta que, como en todas partes, hay muchos vivos que se hacen pasar por personal oficial y tratarán de cobrarle el doble de lo que realmente vale el viaje, así que debe pulir sus habilidades de regateo.

El gobierno chino ha hecho un buen esfuerzo para desarrollar toda la infraestructura turística alrededor de los puntos más accesibles de la Muralla, y en Mutianyu encontrará varias opciones para ascender y descender, como teleférico, telesillas y tobogán. Subir en telesillas y bajar en tobogán es lo más divertido. Esta sección de la Muralla tiene varias partes que han sido restauradas y aunque las diferentes torres a lo largo del trayecto le permitirán descansar periódicamente, se requiere un estado físico moderado para recorrerla. 

No se puede dejar la capital sin pasar por el Mercado de la Seda, un centro comercial al estilo Sanandresito del norte de Bogotá, donde encontrará las famosas imitaciones chinas a precios de ganga. Son seis pisos en donde se ofrecen desde electrónicos hasta productos de cuero, y en donde convenientemente los vendedores hablan español. Si le piden 100 yuanes por algo, ofrezca la mitad o menos, ya que el rango de negociación es bastante amplio. ¡Ah!, y tenga la calculadora de su teléfono lista para hacer la conversión a pesos o dólares

En cuanto a la comida local, las diferentes versiones de arroz frito y fideos son lo más común, pero también encontrará cocina de las diferentes regiones chinas, como la famosa de Hunan, junto con varias cadenas de comida occidental como McDonald’s, Starbucks, KFC y Paris Baguette.

Como una bala a Shanghái

Con 24 millones de habitantes, Shanghái es la ciudad más poblada de China

 

Articulo y fotografia: CLAUDIA SANDOVAL GÓMEZ 

https://www.eltiempo.com/vida/viajar/recorrido-por-pekin-shanghai-y-xian-287166